Con Lola Herrera y Héctor Alterio, la emoción está servida. La lágrima y la risa.
La producción de Pentación En el estanque dorado de Ernest Thompson se convirtió en uno de los grandes éxitos de la cartelera teatral nacional y continúa, después de más de un año de gira a sus espaldas, llenando teatros y cosechando excepcionales críticas. Dirigida por Magüi Mira, versionada por Emilio Hernández y protagonizada por Lola Herrera y Héctor Alterio, dos grandes por primera vez juntos en las tablas, había sido traducida a treinta idiomas y producida en más de cuarenta países antes de llegar a España. La enternecedora adaptación del texto, ya considerado como un clásico del teatro contemporáneo, despertó muchas expectativas entre el público y la prensa especializada. Como era de esperar, de una producción encabezada por estas dos grandes figuras del teatro, fue un éxito desde su estreno en el teatro principal de Zaragoza en octubre de 2013. Actualmente continúan derrochando talento, química y saber hacer sobre el escenario, y para goce de todos los amantes del teatro, continuarán haciéndolos durante el 2015.
Un tema tan grave como es la muerte es tratado por el autor con una elegante desfachatez. ¿No es esa una de las claves del texto?
Yo creo que sí. La película dirigida por Mark Rydell estaba protagonizada por Henry Fonda, Jane Fonda y Katherine Hepburn, y eso le dio una difusión mundial; numerosos premios… La memoria colectiva fue acrecentando ese éxito. Para nosotros fue una especie de handicap, tener que enfrentarnos a esa oferta, porque no sabíamos cómo iba a reaccionar el público. El autor ha rechazado siempre todas las versiones cinematográficas porque edulcoraban la historia. En el estanque dorado refleja la realidad de una pareja mayor con una desfachatez muy divertida, aparentemente desaprensiva, frente a situaciones terminales como es la proximidad de la muerte. El público no deja de reír y emocionarse, pero sin faltarle el respeto a esa situación tan grave.
Yo tengo aproximadamente la misma edad que mi personaje, estoy dando ya los pasos finales, pero afortunadamente la vida me permite no preocuparme por eso mientras me funcione la cabeza y las piernas y me pueda valer por mí mismo, pero no sé el día, el momento, la hora. De manera que mientras me pueda sostener con los elementos naturales que me da la vida, mientras pueda afrontar mi trabajo, memorizar textos, moverme en un escenario... la muerte no es una preocupación. Llenamos todas las funciones, 135.000 espectadores durante estos dos años y estamos arañando ya las 300 representaciones.
El público cada noche es distinto y hay que ofrecerle cada noche un estreno. Para eso paga, se sienta en su butaca y espera que lo movilicemos de alguna manera.
A pesar de la temática, esta es una obra muy vital. Habla sobre el amor y la lucha por la vida.
El autor y la dirección hicieron mucho hincapié en que a pesar de eso aún había sensualidad, aún había interés físico, jugueteos. Y eso da una vida que el espectador agradece, porque sigue funcionando -a lo mejor con otro ritmo- la atracción
El estanque dorado, ¿que simbolismo tiene?
Es un refugio. Simbólicamente representa la hermosura de un paisaje fijo que no se altera con el paso del tiempo. Es un símbolo de la hermosura permanente, de la profundidad permanente, del misterio permanente, de lo insondable de la propuesta. Esa pareja está inmersa en ese paisaje, en el símbolo de la belleza perpetua sin alteraciones y en el respeto a la seriedad con que la naturaleza ha compuesto esa imagen
Esta representación tiene un tono más irónico que la película de cine ¿En que se diferencia del texto original y que pautas os dio la directora Magüi Mira?
La película está apuntalada por tres estrellas de fama mundial. Jane Fonda tenía como el personaje que interpretaba una mala relación con su padre pero consiguió los derechos y puso a disposición del padre una especie de bandera blanca, de símbolo de paz entre ellos. Por otro lado, el inicio de la enfermedad de Katherine Hepburn empezaba a manifestarse y se notaba en los primeros planos. Con esos elementos se construyó un éxito mundial que transcendió en la memoria colectiva.
Pero no hicieron hincapié en la crítica ni en la seriedad de ciertos elementos de humor del texto.

El estanque dorado es símbolo del misterio permanente
En el estanque dorado. La edad. El miedo. El amor. La soledad. La risa. La lucha por la vida dentro de una familia. Una isla de esperanza frente al peligro de extinción: de la naturaleza, de la familia, de la pareja, de la vida. Una valiosa reflexión sobre lo difícil que es conseguir relaciones positivas. A cualquier edad. En cualquier momento. El goce es posible a pesar del implacable acoso del tiempo.
Magüi Mira
La película edulcoró el texto

Hay que ofrecerle cada noche un estreno al público
Ernest Thompson autor de la obra ha visto vuestro espectáculo ¿Le gustó?
Se divirtió, se entretuvo y manifestó su agradecimiento por el trabajo que hemos hecho . Aunque no entendía el idioma, la música de la propia historia no necesita de traducción simultánea.
¿Cómo definiría usted a su personaje?
Mi personaje es hipocondríaco, monotemático y tiene una cantidad de elementos que yo no comparto. Pero tiene uno que sí, que es el sentido del humor, que hace permanentemente entretenido al personaje. Y eso me permite a mí indagar todavía, después de casi 300 representaciones. Después de cada función, al día siguiente, me pregunto de qué manera puedo arreglar o revelar mejor al personaje. Y eso da posibilidades de entretenimiento contra la monotonía de la repetición, de manera que yo me siento vivo en eso.
La evolución del personaje es muy interesante, demuestra cómo es posible ser feliz a pesar del acoso del tiempo
Sí. Norman demuestra que es posible ser feliz con Ethel, su compañera. Nos estrechamos las manos, nos miramos, sentimos el cariño que fluye de esa pareja y eso el espectador lo agradece muchísimo.
Una de las escenas más graciosas es la de Norman leyendo las ofertas de trabajo. ¿La jubilación ociosa no resulta letal en muchos casos?
Si, letal total. No entra dentro de mi cabeza pensar en la jubilación, porque este es mi trabajo. Voy a cumplir ahora 86 años y llevo setenta y tantos años actuando. Así que no pienso en esto, y le agradezco a mi cabeza y las piernas no dejarme sólo.
El estanque dorado es una obra de contrastes. Norman es pesimista, Ethel es vitalista... ¿como definirías la relación entre estos dos personajes que son el núcleo de la obra?
La pareja tiene las diferencias normales de una pareja de más de 48 años. En la historia, el autor pone como elemento movilizador la enemistad que tiene Norman con la hija que aparece después de un tiempo con un nuevo compañero y el hijo de él, Billy.
Billy es como el "nieto" que nunca tuvo . Eso le da color a toda la situación. Norman se revitaliza con la presencia del "nieto", del hijastro de la hija. Pero también el chico se nutre del abuelo: empieza a leer, a interesarse por cosas. Norman tiene la presencia de alguien que estaba ausente hasta ese momento. La relación entre Norman y Billy contamina a su alrededor, a favor de los sentimientos que van aflorando recuperando el cariño con la hija. Y así se van limando situaciones un poco pesimistas entre el padre y la hija. No sólo se va mejorando la pareja, sino también la relación con la hija.
En la obra no hay una trama de acción, pero hay miedo, amor, soledad, risa... como actor, interpretar esa cantidad de sentimientos ¿que trabajo implica y que dificultades?
Las dificultades son las habituales que tenemos los actores con los personajes cuando hay mayor profundidad y mayor cantidad de situaciones y de emociones. Para eso estamos, para eso tenemos nuestra profesión y la resolvemos como podemos, cada uno con sus herramientas. Yo tengo las mías, mi experiencia y mis posibilidades. a veces salen bien y a veces salen mal. Pero yo creo que eso también posibilita el crecimiento para el actor. Yo reviso todo lo que hice la noche anterior y eso me posibilita estar vivo en mi trabajo, y no tener que ir a teclear una máquina de escribir todos los días. Yo tengo un empleo creativo donde me siento patrón, yo manejo los silencios noche a noche. Nuestro trabajo es realmente enriquecedor. Nos entretenemos y entretenemos a los demás. Haciendo teatro me siento patrón de mi trabajo, no pasa lo mismo en la televisión o el cine.