El ‘casual’ encuentro de un carnet de identidad ‘olvidado’ en el coche abandonado por los terroristas permite identificar a los autores”
-Sólo dos días después, un comando con alta preparación militar, información precisa y planificación milimétrica asalta la sede de la revista satírica Charlie Hebdo, asesinando a 12 personas. Casi simultáneamente, otro ataque en París acaba con la vida de una guardia municipal. En las 48 horas siguientes el terror se apodera de toda Francia. 80.000 policías y militares son movilizados en una auténtica caza al hombre que termina con la muerte de los 3 terroristas y otros cuatro rehenes.
-Como en los atentados del 11-S en Nueva York, el “casual” encuentro de un carnet de identidad “olvidado” en el coche abandonado por los terroristas permite identificar a los autores de la matanza y poner a las fuerzas de seguridad tras su pista.
-Poco después se conoce que uno de los autores del ataque había estado encarcelado por reclutar yihaddistas en Francia para la guerra en Irak. Pero desde hacía cuatro meses, en agosto de 2014, los servicios secretos franceses decidieron dejar de controlarlo e interceptar sus comunicaciones como venían haciendo desde 2008. Respecto al otro, la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU (NSA) asegura haberlo detectado entrenando con Al Qaeda en Yemen.
-Una cadena de televisión francesa consigue supuestamente entrevistar a dos de los tres terroristas. Dos de ellos afirman trabajar para el Ejército Islámico. Pero el otro asegura, por el contrario, seguir las órdenes de Al Qaeda. Dicen que sus ataques estuvieron sincronizados, pero que sin embargo no hablaron entre ellos.
-El domingo día 11 por la tarde, tras la multitudinaria manifestación de repulsa, los ministros de Interior de la UE se reúnen en París. Aunque no hay acuerdos concretos, varios países, entre ellos España, deciden poner en marcha medidas de restricción de las libertades ciudadanas para garantizar la “seguridad”.
El fiscal general de EEUU convoca para el próximo fin de semana una reunión con los máximos responsables de seguridad de los principales países europeos para estudiar medidas conjuntas de “prevención” contra el terrorismo yihaddista. Las editoriales de los grandes medios de comunicación norteamericanos se encargan de “adelantar” la agenda de la reunión : “Tal vez los europeos darán ahora un mayor apoyo a los programas de vigilancia contraterrorista montados por la Agencia de Seguridad Nacional, que fueron ampliamente condenados por los políticos y los medios de comunicación cuando fueron revelados por Edward Snowden.” (The Washington Post) “Que uno de los hermanos Kouachi estuviera en las listas de vigilancia estadounidenses debe motivar la búsqueda de una mejor cooperación y comunicación entre los aliados occidentales y de nuevas formas de lidiar con los yihadistas” (The New York Times).