De tragedias y epopeyas


Grecia ante la Troika

De tragedias y epopeyas

     La Troika -Washington y Berlín- ha encontrado en el gobierno de Tsipras un muro de hoplitas espartanos dispuestos a defender su particular paso de las Termópilas: las condiciones de vida del pueblo griego y la soberanía nacional de Grecia.

Desde que Syriza ganó las elecciones en enero, la batalla de Grecia no ha parado de enconarse. La Troika -Washington y Berlín- ha encontrado en el gobierno de Tsipras un muro de hoplitas espartanos dispuestos a defender su particular paso de las Termópilas: las condiciones de vida del pueblo griego y la soberanía nacional de Grecia.

Las negociaciones entre Atenas y la troika (FMI, BCE y Comisión Europea, instituciones controladas por EEUU y Alemania) pasan por un momento de máxima tensión, donde tras un teatro de declaraciones, reuniones y escaramuzas diplomáticas, hay sin embargo un trasfondo trágicamente real: el destino del pueblo griego.

Las grandes potencias tratan por todos los medios de imponer a Grecia un tercer rescate para "salvar a Grecia de la bancarrota". Un nuevo préstamo, que como en el caso de los anteriores, oculta un tercer expolio. Los acreedores exigen al gobierno heleno traicionar sus propios compromisos electorales, con medidas draconianas como continuar con las privatizaciones, subir un 10% la factura de la luz o eliminar el subsidio a los pensionistas sin recursos.

Utilizando el chantaje de la deuda externa que asfixia a la economía helena, la troika exige a Atenas el pago de varios vencimientos a lo largo de junio. El gobierno de Tsipras ha logrado in extremis agrupar todos los pagos en una única factura de 1500 millones de euros que deberá abonar antes de que acabe el mes.

Pero Grecia no actúa a la desesperada. Al mismo tiempo que mantiene el pulso y gana tiempo contra la Hidra imperialista, está realizando a toda prisa una auditoria de la deuda para negociar cuanto antes con los acreedores en condiciones de transparencia, y busca en otras potencias mundiales, como Rusia o China, liquidez para escapar del cepo de Washington y Berlín. La obstinada y tenaz resistencia -durante seis meses ya- del gobierno de Atenas y el pueblo griego a tragar con el chantaje de esta nueva Persia comunitaria y a llevar contra cíclopes y lestrigones sus propios prioridades, es en sí misma una gran victoria, un nuevo ¡No Pasarán! que debemos celebrar como propio los pueblos de Europa.

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