Ibáñez, el mago del humor


El humor de Francisco Ibáñez triunfa tanto en niños como en adultos porque juega con lo políticamente incorrecto, con eso “de lo que en el fondo nos gustaría reírnos, pero no nos atrevemos”

La exposición “Francisco Ibáñez, el Mago del Humor “es un recorrido por la obra del historietista Francisco Ibáñez, creador, dibujante y guionista de los personajes más célebres del tebeo español y que forman parte de nuestra infancia desde los años 50 hasta la actualidad.

El objetivo de la exposición es dar a conocer al visitante todos los matices que componen el icono que es hoy Francisco Ibáñez en el mundo de la ilustración y el tebeo de nuestro país. Haremos un repaso de su biografía y un análisis de su obra y de sus personajes principales. Así mismo se dará a conocer su vinculación con las editoriales en las que desarrolló su trabajo a lo largo de su carrera, la evolución de su estilo y sus técnicas, sus motivaciones y el contexto social y cultural en el que se desarrolló su trabajo.

Es difícil encontrar en nuestro país a alguien que no reconozca a Mortadelo, al Botones Sacarino, a Pepe Gotera o a algún otro personaje de Ibáñez. Tanto los niños actuales como los que fueron niños hace 20, 30 ó 50 años, reconocen en Ibáñez al autor de las historietas que les hicieron y aún les hacen reír.

“El humor de Ibáñez es directo, va al grano y te ataca directamente al estómago”.

Antoni Guiral, editor y guionista de historietas y uno de los comisarios de la muestra, lo tiene claro cuando habla de Ibáñez, a quien considera un dibujante que juega con lo políticamente incorrecto, con eso “de lo que en el fondo nos gustaría reírnos, pero no nos atrevemos”.

La retrospectiva, que cuenta entre sus joyas con hasta 23 dibujos originales, analiza la trayectoria de éste desde sus inicios, dando lugar a un fresco del tebeo español compuesto por los innumerables personajes que el dibujante catalán ha venido realizando desde los años cincuenta hasta nuestros días. Una trayectoria marcada por el cada vez más creciente apego de sus viñetas a la actualidad (okupas, vacas locas, el euro, etc.).

Botones en el Banco Español de Crédito, tras haber estudiado Contabilidad, Banca y Peritaje Mercantil, fue en 1952 cuando Ibáñez publicó su primera historieta, Mucho ruido y pocas nueces, en el número 95 de la revista Nicolás. Tras pasar por revistas como A todo color y La risa, llega finalmente a la editorial Bruguera, donde en 1957 pare su obra magna, Mortadelo y Filemón.

Es en 1958 cuando la revista Pulgarcito acoge el estreno de los dos desastrosos detectives de Ibáñez, que le harían abandonar finalmente su trabajo bancario y ejercer a tiempo completo como guionista y dibujante de tebeos. Ese mismo año vería la luz La familia Trapisonda, un grupito que es la monda, otra de sus grandes creaciones, que vio alterada las relaciones entre sus personajes debido a la censura, convirtiendo al matrimonio protagonista en hermanos.

Rompetechos, el menudo y simpático cegato, confesado personaje favorito de Ibáñez, irrumpió en 1964 en el número 161 de la revista Tío vivo, acompañado de El doctor Esparadrapo y su ayudante Gazapo y Doña Pura y Doña Pera, vecinas de la escalera. En aquellos años se sucederían algunos encargos para marcas publicitarias como el brandy Fundador, dando lugar a Don Pedrito, que está como nunca, o el pegamento de origen alemán UHU.

Un gran punto de inflexión en la vida de Ibáñez llegaría en 1969, cuando publica la primera aventura larga (seriada) de Mortadelo y Filemón, concretamente uno de sus números más celebrados, El sulfato atómico, que serviría para introducir a nuevos personajes en la serie.

Los galardones no han sido esquivos para Ibáñez. Así, en 1994 recibió el Gran Premio del Salón del Cómic de Barcelona por el conjunto de su obra, y siete años más tarde, en 2001, la Medalla de Oro a las Bellas Artes.

 

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