La incubación de órganos humanos en animales apunta a ser la punta de lanza para resolver la escasez de donantes.
En una reciente entrevista a raíz de Día Mundial del Donante, el presidente de la Organización Nacional de Trasplantes, Rafael Matesanz, apuntaba a una vía de desarrollo novedosa para solventar la necesidad de órganos para trasplantes. La incubación de órganos humanos en el interior de animales.
La ONT es un referente indiscutible de los trasplantes a escala internacional desde 1992. Sin embargo, a pesar de que la organización sigue batiendo récords anuales de donación, la lista de espera sigue creciendo (5.570 en 2014) y, de los que esperan órgano, entre un 5 y un 7% fallecen. Eso es, en torno a 300 y 400 personas al año.
A este respecto, la organización del Dr Matesanz se ha propuesto como objetivo aumentar en 5 años un 10% el número de donantes y un 20% el número de trasplantes, hasta llegar a 5.000 trasplantes gracias a 1.850 donantes.
La puesta a punto de una técnica de trasplante en la que el órgano o tejido no provenga de una persona sino de un animal que lo ha incubado, ayudaría en el objetivo de salvar las vidas que hoy se pierden en la lista de espera.
Humanos con órganos animales
Para comprender el significado de la técnica a la que se refiere el Dr Matesanz es imprescindible hacer un breve recorrido sobre el uso de animales para trasplantes.
Tradicionalmente el uso de animales para trasplantes, los llamados xenotrasplantes, ha tenido un alcance limitado por las complicaciones que implicaban. Mientras que los chimpancés estaban filogenéticamente más próximos, ha habido un consenso científico con respecto al uso preferente de cerdos como fuente de órganos. A pesar de tener mayores barreras inmunológicas que los chimpancés, el cerdo se reproduce con mayor facilidad y presenta menos problemas éticos, es más difícil la transmisión de agentes infecciosos al ser humano precisamente por su lejanía filogenética y, por último, comparte muchas propiedades anatómicas y fisiológicas con el hombre.
Con la tecnología transgénica en los ochenta apareció la posibilidad de modificar genéticamente ya en la etapa de zigoto (óvulo fecundado), introduciendo en él secuencias de ADN que le otorgaran propiedades para no generar un rechazo masivo o para adaptar su función al cuerpo humano al que estaba destinado.
Pero es con la aparición de las células madre y la posibilidad de eliminar selectivamente los genes de los que dependen la formación de un determinado órgano o tejido en el embrión aparece la posibilidad de sustituir el órgano animal por uno humano. En otras palabras, la posibilidad de hacer crecer un órgano humano en un animal manipulado para carecer de él.
Animales con órganos humanos
Este es el camino que abre el científico albaceteño Juan Carlos Izpisúa, del Instituto Salk en La Jolla (California), cuando publica el pasado mes de mayo en la revista Nature un artículo anunciando que ha descubierto un nuevo tipo de célula madre capaz de integrarse en un embrión animal y generar tejidos a la medida de cada paciente.

España participa en una técnica pionera que puede ayudar a salvar vidas en lista de espera
Las cifras de la ONT
La tasa de donación de órganos en España es la más alta del mundo, 36 donantes por cada millón de personas. La media europea está situada casi a la mitad por debajo, 19 donantes por millón.
Pero 2014 fue un año de récords. La ONT batió su propio récord, tras alcanzar los 4.360 trasplantados gracias a 1.682 donantes, 12 al día. También hay nuevo récord en el número de donantes de médula ósea, 33.506. Y las donaciones de cordón umbilical han permitido conseguir el objetivo de 60.000 cordones almacenados con un año de antelación.
Hace falta más y mejor tecnología, pero mucha más sanidad preventiva
No se trata de células madre embrionarias, sino células madre obtenidas directamente de la piel o del pelo del propio paciente al que se pretende hacer el trasplante. Estas células son posteriormente reprogramadas para que puedan dar lugar a cualquier tipo de tejido humano.
En concreto, el equipo de Juan Carlos Izpisúa demostró que si se implantan este tipo concreto de células madre humanas en un embrión de ratón o de cerdo en el momento adecuado, se integran y desarrollan como parte del embrión animal pero dando lugar al tejido u órgano humano deseado.
Después de probarlo con un número reducido de sujetos, el equipo del Dr Izpisúa ha decidido probar la efectividad de la técnica en un gran número de animales. El animal elegido ha sido el cerdo por las características anatómicas (comparado con el ratón) a la hora de albergar un riñón humano, pongamos por caso.
En concreto, son cerdos de una granja de Murcia a los que se manipula su ADN en su etapa de zigoto para que no produzca un determinado órgano o tejido.
Eliminar los genes responsables de generar un riñón porcino, por seguir con el ejemplo, es el paso previo y necesario para introducir células humanas en dicho embrión que den lugar a un riñón humano, que será el usado para el trasplante.
Este segundo paso requiere de un permiso administrativo de las autoridades españolas que todavía no se tiene.
Por tanto, aunque estamos todavía en los inicios de los inicios, aunque queden lagunas por cubrir, la ciencia está dando un gran paso. De explicarse cómo se desarrollan las células madre a aplicar este conocimiento para hacer que de ellas deriven tejidos y órganos completos para su uso médico. Para salvar vidas.
Y España puede ser el país donde esta técnica pionera dé sus primeros frutos.
Para este fin, el Dr Izpisúa ya se ha formado un equipo en el que ha integrado a especialistas clínicos de las diferentes áreas de los tejidos humanos que tratan de obtenerse.
Un traumatólogo de la Clínica Centro (Madrid) para el trasplante de cartílago; un nefrólogo del Hospital Clínic (Barcelona) para el trasplante de riñón y páncreas; un oftalmólogo para el trasplante de córnea; y una especialista en Genética y Enfermedades Raras del Hospital Virgen de la Arraixaca de Murcia que investigará el origen de patologías poco frecuentes.
El resultado final será que, partiendo de células de la piel de un paciente, se podrán obtener tejidos y órganos para su trasplante.
Una trayectoria de firmeza
Si por algo se caracteriza la ONT es por haber defendido firmemente el llamado "modelo español" de trasplantes frente a los intentos de mercantilizarlo. Un modelo basado en apoyarse en la generosidad de la población y en un alto grado de eficacia de una red nacional y pública de profesionales sanitarios.
La ONT frustró, en 2012, el intento de DKMS, la multinacional alemana con el mayor registro de donantes de médula ósea del mundo, de captar donantes españoles. O en 2014, frustró el primer intento de compraventa de un órgano en España. La posición de Matesanz es rotunda: "si la gente ve que un órgano se puede comprar, el sistema se hunde (...) Mientras yo esté, la ONT no se privatiza".
"Los sistemas privados y la donación no son compatibles", afirma Matesanz. El gasto sanitario es altísimo, "lo que cuesta un trasplante en España es lo mismo que cuesta en EEUU sólo extraer el órgano". Varios estudios indican que la supervivencia a los 10 años de un trasplante renal aquí supera en 20 puntos a los de EEUU. Muchos órganos se pierden, por ejemplo, por falta de financiación de la medicación o del especialista que te tiene que hacer el seguimiento. En Alemania, cuyo sistema sanitario se basa en mutuas, ocurre algo parecido. Tanto tienes, tanto vives.