Boyhood, las edades del cine


Boyhood es un drama que nos embarca en un viaje tan épico como íntimo a través de la euforia de la niñez.

Linklater, autor de grandes películas como Movida del 76 (1993), la trilogía iniciada con Antes del amanecer (1995) o Escuela de Rock (2003), estrena en nuestro país su obra  Boyhood, aclamada como una obra maestra desde su estreno en la Berlinale.

Boyhood(momentos de una vida) de Richard Linklater, es un drama de ficción rodado con el mismo grupo de actores durante doce años, de 2002 a 2013, que nos embarca en un viaje tan épico como íntimo a través de la euforia de la niñez, los sísmicos cambios de una familia moderna y el paso del tiempo.

La película sigue a Mason (Ellar Coltrane) desde los seis años durante algo más de una década poblada de cambios, mudanzas y controversias, relaciones que se tambalean, bodas, diferentes colegios, primeros amores, primeras desilusiones, momentos maravillosos, momentos de miedo y una constante mezcla de desgarro y de sorpresa. Los resultados son totalmente impredecibles, ya que cada momento lleva al siguiente, entrelazándose en la profunda experiencia personal de los incidentes que nos marcan a lo largo de la vida y la cambiante naturaleza del devenir.

La historia empieza cuando Mason, un pequeño soñador, se enfrenta a la primera gran convulsión de su vida: Olivia, su entregada y luchadora madre soltera, ha decidido mudarse con él y su hermana Samantha a Houston, justo cuando Mason Sr, padre de los niños, acaba de regresar de Alaska y ha vuelto a reaparecer en su mundo. Así comienza una vida de cambios. Entre una marea de padres y padrastros, novias, profesores, jefes, peligros, deseos y pasión creativa, Mason deberá emerger para encontrar su propio camino.

Doce años de rodaje que en realidad le ocuparon sólo 39 días durante ese periodo temporal en el que firmó algunas de sus películas más emblemáticas: Escuela de rock, Antes del atardecer, y Antes del anochecer… Boyhood es al mismo tiempo un reflejo y síntesis de la carrera de Linklater en esos 12 años. Una película en la que no sólo ves crecer a los niños sino también al director. Se podría afirmar que Boyhood son doce películas en una.

La historia de la infancia.

Richard Linklater es un director esencial para el cine norteamericano contemporáneo, icono de la cultura underground. Su obsesión por capturar el paso del tiempo se cristaliza en Boyhood, un insólito proyecto rodado a lo largo de doce años.

“El proceso de creación llegó a parecerse más a escribir una novela que a hacer una película convencional entendida como una escultura en el tiempo. En este caso, tuvimos doce años para hacerla, y eso es algo que los cineastas siempre hemos envidiado a los novelistas “ dice.

En realidad la estructura narrativa de Boyhood no surge de su obsesión por los relojes sino que es la solución a un problema, como contar la historia de la infancia. En realidad a Linklater la película que le hubiera gustado rodar son “Los 400 golpes.

“Esta película surge de mi deseo de hacer una película sobre la infancia a partir de la experiencia de ver a mis propios hijos crecer. Yo trato de ser honesto. Mis recuerdos de infancia tienen mucho que ver con la frustración. De pequeño estás sometido completamente a la tiranía de tus padres. La falta de libertad es constante y uno sufre por ello. Por otra parte, es un tiempo en el que uno vive absorto en sí mismo hasta unos límites increíbles. La gente me pregunta por qué son tan malos los padrastros de los niños y yo les digo que no olviden que toda la película está planteada desde su punto de vista y que los niños se posicionan inmediatamente del lado de la madre. Lo que vemos es cómo uno empieza sin conocer los propios límites.”

Ahora ya los tiene. Boyhood es un melodrama de la vida cotidiana sin grandes climax ni giros de guión. Linklater cuenta la gran aventura de crecer. La vida convertida en un experimento.

“Decimos que hay que atrapar el momento, pero en realidad creo que son los momentos de la vida los que nos atrapan a nosotros” dice.” El tiempo es la esencia del cine y es una propiedad única de este arte. Si una pintura se crea sobre un lienzo y una escultura sobre una piedra, el cine se crea a través del tiempo. El tiempo también tiene que ver con nuestra relación con el mundo y con nosotros mismos, toda nuestra vida está profundamente marcada por la edad que tenemos y el momento en el que suceden las cosas. Quizá es una falta de imaginación hacer una película sobre algo tan básico como nuestro modo de percibir el mundo, pero eso es lo que trata de capturar Boyhood, la manera en que ese crío va relacionándose con la realidad. Por eso huyo de la nostalgia, porque no es mi mirada sobre la infancia, es cómo evoluciona la mirada de Mason. Cuando uno es niño no siente nostalgia de la niñez.”

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